Business Agility: la fórmula exitosa para incrementar la eficiencia y la productividad en las corporaciones

Business Agility: la fórmula exitosa para incrementar la eficiencia y la productividad en las corporaciones

Business Agility

Los expertos suelen coincidir en referirse al concepto de Business Agility como la capacidad de las empresas para adaptarse ante los cambios respondiendo de forma rápida e innovadora, al tiempo que mejorando la eficiencia en los costes y la calidad de los resultados. Incluso ante entornos de mercado cambiantes, desafiantes, competitivos y volátiles, algunas organizaciones logran mejorar sus resultados de forma sostenible y continuada, destacando frente a la competencia y enamorando a sus clientes con productos y servicios que aportan valor real en sus vidas. ¿Cómo lo logran?

Según el último Business Agility Report de BAI, en el que participan empresas como Santander, Renault y US Bank entre otras muchas, cuanto más alto es el cargo en la organización, mejor se valora la necesidad de afrontar las incertidumbres de un mercado cambiante e incierto, fortaleciendo la adaptabilidad y robustez de la empresa. Este sentimiento es particularmente fuerte en los altos ejecutivos. En los últimos años, la adopción de iniciativas Business Agility en las organizaciones no ha hecho más que aumentar. Pero ¿por qué se ha convertido en una tendencia ahora? 

La tendencia Business Agility

La respuesta a esta pregunta es que Business Agility aporta a las empresas la flexibilidad, eficiencia y capacidad de adaptación necesaria para sobrevivir y destacar en el mercado actual, empoderando a los equipos a la hora de diseñar y crear productos idóneos para lograr una ventaja competitiva en el mercado. Equipos multidisciplinares trabajan y cooperan de extremo a extremo de la cadena de valor con un propósito común usando metodologías que fomentan la eficiencia del flujo de trabajo. Además de acelerar el desarrollo, también se refuerza el modelo organizativo interno logrando cohesión y colaboración. Metodologías ágiles hay muchas (Scrum, Kanban, SAFe, LeSS, Theory of Constraints…) pero más allá de ellas es importante centrarse en un mindset adaptativo basado en la experimentación, una cultura de aprendizaje y potenciar la mejora de la experiencia del cliente de manera continua y sostenible.

Los beneficios son claros y tangibles, especialmente en cuanto a rendimiento, eficiencia y productividad, ya que propician equipos más fuertes y seguros, con un mayor compromiso y una mejora continua. La mejora no aplica sólo a la gestión del tiempo sino especialmente también a una mayor fidelización y atracción del talento gracias una cultura empresarial inclusiva que fomenta la colaboración, los valores humanos y la seguridad psicológica que menciona Amy C.Edmonson (Harvard Leadership & Management) como factor clave para estos objetivos.

Analistas como Forrester por ejemplo destacan conceptos concretos relacionados con la agilidad empresarial como Value Stream Management (VSM), que facilita la transformación en los procesos de financiación, creación, gestión, producción, mantenimiento y evolución de los productos empresariales a gran escala, con un modelo de métricas data-driven que mejoran el flujo de producción y la cadena de valor tanto a nivel de equipo como de organización.

¿Qué tipo de empresa puede adoptar Business Agility?

Cualquier empresa que requiera rapidez para lanzar sus productos al mercado es susceptible de implementar una iniciativa Business Agility, que siempre se inicia con un primer paso, asequible, sencillo y no intrusivo. La rapidez en la creación y adaptación de productos es esencial en mercados altamente competitivos y cambiantes donde muchos de los parámetros están aún por descubrir, además de negocios basados en datos y en servicios digitales como servicios financieros, sector bancario, mobile, eCommerce, educación, sector energético, transporte y logística, entre otros. 

Hay que tener claro que la tecnología por sí sola no es ágil y en realidad, Business Agility es más que una metodología; es una mentalidad, que va más allá de los procesos o de la colaboración. Es un cambio de cultura, lo que implica que, con toda probabilidad, en mayor o menor medida, para la mayoría será necesario realizar un proceso de transformación.

El camino hacia Business Agility empieza allí donde estás

Para que una empresa disfrute de Business Agility, es importante adoptar y ampliar progresivamente modelos de trabajo que permitan mecanizar la agilidad, implementarla como un flujo continuo para múltiples áreas. Lo más recomendable es contar con un partner especializado, que sepa descubrir y analizar las diferentes tipologías de proyectos y las herramientas disponibles para su activación. 

Porque adoptar Business Agility empieza con un primer paso sencillo, en el punto en el que se encuentre tu empresa. No recomendamos un gran proceso de big bang organizativo sino un modelo iterativo, poco a poco.

Un buen ejemplo creado es Thinkö, una plataforma para la creación de experiencias digitales de e-Learning basada en aprendizaje por proyectos (ABP). Creamos y desarrollamos una cultura de trabajo colaborativa y adaptativa y aplicamos metodologías de trabajo como Scrum, ofreciendo al cliente adaptabilidad a cambios y visibilidad, facilitando al proveedor tecnológico mejorar sus tiempos de entrega, conseguir un alineamiento continuo y sobre todo, trabajar cliente y proveedor como un equipo unido con un propósito común para obtener los resultados esperados.      

En definitiva, Business Agility significa implementar nuevas metodologías de trabajo y una nueva cultura que permite ser más ágiles ante los cambios, reducir el tiempo de entrega de productos y mejorar su calidad, potenciar la relación entre el negocio y TI, reducir el riesgo en los proyectos, incrementar la productividad, trabajar mejor en equipo y disminuir costes.